Uno de los grandes mitos sobre los vehículos eléctricos que circulan en los medios tradicionales y en las redes sociales es que solo sirven para viajes cortos o para conducir en la ciudad. Nadie en su sano juicio los utilizaría para viajes largos, o eso dicen.
En realidad, no. Uno de los informes más fiables sobre la industria de los vehículos eléctricos, elaborado por BloombergNEF, incluye un gráfico fascinante que destaca cómo en muchos países los vehículos eléctricos se utilizan mucho más que sus homólogos que utilizan combustibles fósiles.
Y por una buena razón: los vehículos eléctricos son más eficientes (casi toda la energía creada al quemar gasolina o diésel se pierde en forma de calor residual) y su funcionamiento es más económico, porque cargar el vehículo es más barato y más limpio que recargarlo con combustibles líquidos, y requieren menos mantenimiento.
El gráfico anterior subraya cuánta diferencia hay entre los kilómetros recorridos en vehículos eléctricos e híbridos enchufables (PHEV) y los automóviles con motor de combustión interna.
En China, el mayor mercado automovilístico del mundo y donde los vehículos eléctricos se acercan a una participación del 50 por ciento de las ventas de autos nuevos, los vehículos eléctricos se conducen un 66 por ciento más cada año que el auto con motor de combustión interna promedio. En Noruega, que tiene la mayor penetración de vehículos eléctricos de todos los países, con una participación de mercado del 90 por ciento de las ventas de autos nuevos, la diferencia es del 40 por ciento.
Incluso en California, la sede original de Tesla, los kilómetros recorridos por los vehículos eléctricos son mayores que los de los coches con motor de combustión interna, aunque el resto de Estados Unidos no obtiene tan buenos resultados.
De hecho, en ese país los vehículos eléctricos recorren un 38 por ciento menos de distancia al año que los automóviles con motor de combustión interna, lo que puede ser el resultado de la obsesión de ese país con los automóviles realmente grandes, la resistencia de los grandes fabricantes de automóviles como Ford y GM, y lo que podría explicar la resistencia a los vehículos eléctricos más pequeños y más baratos fabricados en China y la imposición de enormes aranceles a esas importaciones.
¿Alguien sabe qué muestran los datos para Australia, que tiene una proporción similar de vehículos eléctricos y una fascinación similar por los autos grandes y las largas distancias, aunque muchos han demostrado que los vehículos eléctricos pueden dar vueltas fácilmente en Australia y en otras distancias largas?
El informe de BNEF
Incluye algunas otras observaciones interesantes que contradicen la opinión predominante en los medios tradicionales y las redes sociales.
Una de ellas es que el supuesto colapso del mercado de vehículos eléctricos no es en realidad una realidad. Es cierto que las ventas han caído en algunos mercados, como Italia, Japón y Alemania (los países donde se encuentran algunas de las marcas de automóviles más importantes del mundo), pero están aumentando en la mayoría de los demás países, incluido Estados Unidos, que ha crecido un 3% en el primer trimestre, en términos interanuales.
Se está observando un crecimiento espectacular en los enormes mercados de China y la India, y Francia y el Reino Unido también están teniendo un buen desempeño.
“Las ventas de vehículos eléctricos se encaminan a otro año récord”, afirma uno de los autores principales, Colin McKerracher.
“A pesar de los titulares que dicen lo contrario, las ventas mundiales de vehículos eléctricos siguen creciendo y se prevé que aumenten alrededor de un 20 por ciento este año. Las ventas de vehículos de combustión alcanzaron su pico máximo en 2017 y no tienen una ruta real de regreso a ese pico”.
Otra parte interesante del mercado es el mercado de vehículos comerciales y el mercado de vehículos pesados.
“La electrificación de los vehículos comerciales es un punto positivo, ya que se esperan ventas de casi un millón este año”, afirma McKerracher. “Otros sectores, como los vehículos de dos o tres ruedas y los autobuses, ya han alcanzado altos niveles de adopción de vehículos eléctricos”.
Las perspectivas de BNEF son de un crecimiento sólido y continuo, con un 20 por ciento de las ventas de camiones livianos totalmente eléctricos en 2027, un 9 por ciento de las ventas de camiones medianos y pesados y un 52 por ciento de las ventas de autobuses. No es que se note en Australia.
BNEF predice que las ventas de camiones pesados serán 18 por ciento eléctricas para 2030 y 43 por ciento para 2040.
“Los camiones pesados eléctricos se volverán económicamente viables para la mayoría de los casos de uso para 2030”, afirma.
“En los segmentos más pesados, los camiones eléctricos a batería se utilizan principalmente en ciclos de trabajo urbanos inicialmente. Pero su rentabilidad mejora incluso para rutas de larga distancia y alrededor de 2030 se acercará a la de los sistemas de propulsión diésel”.
Una de las principales razones es la caída de los costes del almacenamiento de baterías, y el hecho de que seguirán cayendo.
“Los precios de las baterías en China están cayendo en picado”, afirma McKerracher. “Los precios de las células LFP en lo que va de año en China son de 53 dólares estadounidenses por kWh (lo que supone una reducción respecto del precio medio mundial de 2023, de 95 dólares estadounidenses por kWh). El exceso de capacidad y los bajos precios de las materias primas son un factor, pero los procesos y la tecnología también siguen mejorando.
“Estamos muy lejos del límite de lo buena que puede llegar a ser esta tecnología”.
